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El pasado jueves 23 de junio tuvieron lugar en Madrid, en la plaza de San Juan de la Cruz –Kontiki–, unas cañas políticas para hablar sobre los refugiados de Afganistán. Después de un parón en la actividad de Principios, volvimos a encontrarnos para tratar este tema, que ha pasado a un segundo plano con la guerra de Ucrania.

En primer lugar, escuchamos el testimonio de María López, socia colaboradora de la Asociación de Mujeres Juezas. Desde la asociación están dando especial apoyo a las mujeres juezas y letrados que han salido de Afganistán, ya que suponía un alto riesgo para ellas permanecer en sus hogares. Estas juezas afganas han estado implicadas en el juicio y encarcelamiento de personas relacionadas con el régimen Talibán. La llegada al poder de los talibanes supuso su inmediata prisión. Estaban amenazadas de muerte, tanto ellas como sus familias. Las que han conseguido salir del país y han llegado a España han encontrado en la asociación una acogida y un acompañamiento que les está ayudando mucho a rehacer sus vidas. Una de las dificultades con las que se encuentran es la incapacidad de ejercer su profesión como juezas. La asociación les ayuda a encontrar otras labores en las que aportar su conocimiento y experiencia; por ejemplo, como mediadoras o asesoras en otros países con conflictos similares.

En segundo lugar, escuchamos la experiencia de Belén Vallina, consultora para organismos internacionales como OCDE y ONU. Belén se vio implicada en este voluntariado a través de una amistad personal, una persona a la que ayudó a salir de Afganistán. Desde entonces, comenzó a ayudar a otras personas y familias a salir. Lo interesante de la iniciativa de Belén –promovida con el apoyo de particulares y empresas– es que ayudan a familias refugiadas a establecerse en zonas rurales de Galicia que están despobladas: una ventaja tanto para las familias que encuentran un lugar donde establecerse como para estas zonas rurales, que se rejuvenecen.

Ciudadanos, ONGs, Gobierno

A continuación, Paloma Favieres, directiva de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), nos dio una visión más histórica e institucional de la situación de los refugiados afganos. Comentó que llevan muchos años saliendo personas refugiadas de Afganistán pero que la crisis del verano de 2021 había sido una situación muy excepcional. Habló de las personas refugiadas en nuestro país y de las entidades que les ayudan, así como de la posición del Estado español.

Por último, María José Rodríguez, miembro de Principios, abogada, y colaboradora en varias ONG, nos contó una aventura personal: casi por casualidad, se vio implicada en un proceso de ayuda a un grupo de mujeres afganas perseguidas, para que pudieran salir del país. A través de un contacto en el ejército español, pudo poner en contacto a estas mujeres con las autoridades, para que encontraran ayuda y asilo del Gobierno Español. A su llegada a España, junto con sus familias, siguió ayudándoles. Se está creando una red de apoyo para que puedan adaptarse al país, aprender el idioma y tratar de establecer sus vidas aquí. Una de las labores principales que está promoviendo, con la ONG Cooperación Internacional, es establecer una plataforma para aprender Español a través de un grupo de voluntarios, entre otras ayudas legales y de medios materiales que les está proporcionando.

Los asistentes pudieron contrastar con las ponentes otras informaciones y opiniones. Al terminar la reunión, algunos participantes siguieron charlando con dos hermanas afganas, refugiadas en Madrid y que quisieron asistir al evento. Pudimos escuchar de primera mano su situación y como está siendo su adaptación a vivir en nuestro país.

Queremos agradecer especialmente a los ponentes y a todos los participantes su asistencia, y esperamos que después del verano podamos retomar nuestras cañas, para seguir hablando y profundizando en temas de interés que se ven descartados de la opinión pública y de la esfera política.