El jueves 16 de junio tuvimos una primera jornada sobre #Refugiados, en la que tratamos algunas cuestiones relativas a los países de acogida.
Introducidos y moderados por el coordinador de #Descarta2, Pablo Duro Rivas, participaron José Javier Sánchez Espinosa, Director Migraciones Cruz Roja, y Alberto Plaza, Director Pueblos Unidos.
José Javier Sánchez Espinosa destacó que la legislación de asilo y la protección que se da a los solicitantes de asilo se basa en el convenio y protocolos de Ginebra. En España la competencia de la protección la tiene en exclusiva el gobierno central como firmante de los convenios de Ginebra; no es una competencia transferida a las CCAA. El gobierno central delega lo relativo a los programas de acogida e integración de las personas acogidas en varias instituciones: CEAR, ACCEM, CRUZ ROJA, CEPAIN y DIANOVA.
En diciembre de 2013 la afluencia de personas a España se multiplicó. Aumentaron notablemente las llegadas a Ceuta y Melilla, normalmente con pasaporte marroquí falso. En noviembre de 2014 empiezan a funcionar unas oficinas de asilo en Ceuta y Melilla, que permiten que las personas puedan solicitar asilo antes de entrar en estos territorios y no necesiten recurrir al mercado ilegal de pasaportes. Esto facilita que las personas de origen sirio o de otros países puedan entrar en España con la solicitud de asilo hecha, lo que supone que aumente de manera importante el número de personas que llegan directamente a España solicitando asilo.
El colectivo fundamental que se ha atendido puntualmente a través de Cruz Roja en los últimos años es de origen sirio (de 10.500 personas atendidas el año 2015, el 60 % era de origen sirio); sin embargo, el colectivo más importante atendido en los centros de acogida, de personas que permanecen en los centros de Ceuta y Melilla de Cruz Roja durante un tiempo, es de origen ucraniano.
Alberto Plaza trabaja en el Servicio Jesuita a Refugiados: un servicio internacional que trabaja en campos de refugiados y en centros urbanos. Dentro y fuera de Europa; ayudando a países en conflicto y postconflicto, o limítrofes; o en los desplazamientos forzosos de personas. En España no había existido el servicio de ayuda al refugiado porque nunca había sido un país “de asilo”; es a partir de 2014, al aumentar el número de refugiados, cuando surge esta necesidad.
Tratan de acompañar a las personas en su tránsito desde los centros de Ceuta y Melilla hacia la península: al centro de acogida que se les ha asignado antes de salir de Ceuta o Melilla. Sin embargo, la gran mayoría de estas personas renuncian al sistema de asilo en cuanto entran en la península, con la intención de continuar su viaje hacia otros países europeo, y muchos ni siquiera llegan a entrar en el centro de acogida.
Tendréis en breve un análisis más pormenorizado de la situación de los refugiados en los países de acogida. Desde Principios seguiremos trabajando para elaborar propuestas que puedan favorecer las duras condiciones a las que se enfrentan los solicitantes de asilo.