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propuestademovilizacion

PRESENTACIÓN

Diversos grupos de profesionales jóvenes ilusionados por contribuir al bien común –pero preocupados por la deriva del país e insatisfechos con las opciones electorales actuales y el nivel del debate político— queremos promover una gran movilización de compromiso ciudadano que sea a la vez consistente en sus Principios y moderada y realista en su aplicación, para ser así capaces de tener un impacto positivo en la vida política española y en los resultados electorales.

Con esta finalidad hemos constituido una plataforma cuyos propósitos son:

(i) aglutinar y movilizar a una base social comprometida con unos Principios compartidos por la mayoría de la sociedad y cuya recuperación pública consideramos urgente;

(ii) dar forma política a esos Principios de modo que puedan configurar el debate político; haciéndolos presentes mediante la promoción de discusiones públicas en vivo y su proyección a la opinión pública en los medios y en la red.

1.- La crisis económica en España ha puesto de manifiesto el agotamiento del régimen político del 78 en su dimensión de eficacia (económica), pero sobre todo de justicia (social y política).

2.- Muchos se encuentran apartados de los bienes económicos, pero, cada vez más, se da también un descarte político: millones personas de diversas orientaciones y ámbitos sociales y profesionales se encuentran huérfanas de representación política, viéndose empujadas a votar con la nariz tapada o a emplear su voto como mero castigo a sus viejos partidos.

3.- Este descarte se manifiesta en que no se sienten representados por los políticos en los debates sobre cómo lograr una vida más justa y eficaz, muchas veces porque se omiten cuestiones cruciales, y, habitualmente, por un sentimiento de frustración y descarte ante una política auto-referencial, cuyo fin es el mantenimiento del aparato aún a costa de un deterioro de la calidad democrática. A la vez, se les niega la capacidad de participar y configurar los debates políticos por la estructura rígida y cerrada de los partidos y su coraza de intereses creados.

4.- El movimiento del 15M fue la primera eclosión de este descontento. Las motivaciones de aquella protesta son compartidas por una amplia mayoría social. Y sin embargo, las
fuerzas del bipartidismo se han negado a hacer las necesarias reformas porque hubieran
supuesto un auténtico “harakiri político”.

5.- El desgaste del régimen bipartidista abre la oportunidad de dar unidad y representación política a amplios estratos de la sociedad española, distribuidos transversalmente entre quienes se llamaban socialistas, liberales o conservadores, y otros que nunca aceptaron esas etiquetas.

6.- Los movimientos sociales post-15M y algunos nuevos partidos abusan de un discurso utopista y revolucionario, que demasiadas veces no hace sino repetir viejas recetas ideológicas cuya ineficacia para la construcción de una sociedad más justa, eficaz, próspera y democrática ha quedado bien demostrada en el pasado. Mientras tanto, otros partidos “alternativos” definen su identidad de modo rígido, sobre temas secundarios, y muchas veces partiendo de personalismos o referencias “izquierda-centro-derecha”, que han dejado de ser útiles para resolver los problemas y necesidades de nuestra sociedad.

7.- En este nuevo tiempo político, es necesario “reconstituir” la Democracia en España y no solo “regenerar” las Instituciones. Para ello han de ponerse al día los grandes acuerdos sociales y políticos que hacen posible la continuidad de nuestra convivencia y la vigencia de las instituciones necesarias para el gobierno del país. En esos nuevos acuerdos los ciudadanos debemos tener una voz propia e irreductible, que sea capaz de evitar maximalismos irrealizables, pero también el silencio impuesto por lo políticamente correcto.

8.- Para ello proponemos la configuración de un movimiento ciudadano, sin aspiraciones políticas, pero con un calendario urgente de movilización. Un movimiento político coherente en sus planteamientos de reforma socio-política y a la vez suficientemente amplio como para tener un impacto sobre la vida política en un futuro cercano.

9.- Este movimiento consiste en identificar con claridad propuestas capaces de sumar voluntades, para liderar un proceso de participación que logre inspirar las políticas públicas programadas por los partidos existentes y por todos aquellos que puedan constituirse al amparo del nuevo escenario en el que nos encontramos.

10.- Somos conscientes de que este proceso se dará en un contexto de cambio de régimen político, al que queremos contribuir positivamente. Por eso es necesario tener en cuenta los siguientes pasos:
a. Radicalidad de la identidad: no derivada de los actuales criterios de derecha e izquierda, sino transversal, y basada fundamentalmente en la necesidad de defender nuestros Principios en la actuación política

b. Compromiso ciudadano: es preciso adoptar una actitud propia de tiempos de transición, que requieren una atención extraordinaria por parte de los ciudadanos a la participación política, con una presencia inmediata.

c. Moderación y realismo en la aplicación de los Principios: estamos ante un nuevo escenario político, donde es imposible predefinir cómo se configurarán los equilibrios entre las fuerzas políticas. La nueva época requerirá lograr grandes acuerdos nacionales, y la relevancia política exigirá renunciar a dogmatismos en cuestiones secundarias donde será preciso construir alianzas.

11.- Deseamos edificar nuestra identidad sobre propuestas de acción realistas y concretas, basadas en la consulta y en la reflexión previa y profundamente razonada de expertos, científicos, profesionales… facilitando el debate y la participación a través de distintas iniciativas (publicaciones, convocatorias de actos públicos, etc.).

12.- Además de la apertura de un debate interno, promoveremos el diálogo con personas de otras orientaciones políticas, con vistas a contribuir al gran debate ciudadano que requiere una etapa de reconstitución de la democracia parlamentaria en España