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12M15M Manifestació i assamblea inicial de la celebració del primer aniversari del moviment 15M. Molts ciutadans "indignats" van recòrrer el centre de Barcelona de manera pacifica. 12/05/2012 Barcelona. Fotografia de Victor Parreño Vidiella.

12M15M Manifestación y asamblea inicial de la celebración del primer aniversario del movimiento 15M. Muchos ciudadanos «indignados» van a recorrer el centro de Barcelona de manera pacífica. 12/05/2012 Barcelona. Fotografia de Victor Parreño Vidiella.

En esta fecha simbólica de movilización ciudadana lanzamos la página web definitiva de Principios con una nueva llamada a dar la cara por tus ideas, para trabajar por la Reconstitución de nuestro sistema político y luchar contra la cultura del descarte. En torno al 24M podrás participar en nuestras #CañasPolíticas pre y post-electorales.

De la indignación al compromiso

Se dice que el ideal de la lucha por la justicia, que tenemos cada uno, responde a alguna injusticia traumática en la infancia.

¿Recuerdas alguna experiencia temprana de injusticia? Seguro que cuando eras un niño o una niña te echaron la culpa de algo que no habías hecho, o no reconocieron tus méritos en el colegio o en casa. ¿Qué sentiste entonces? Indignación. Quizá incluso recuerdas tu enfado ante el bullying a ese compañero de clase.

¿Cuál es la injusticia que te enfureció en su día y que quieres corregir en el mundo, en tu país?

El sentimiento de la injusticia es un indicio irrefutable de nuestra común dignidad como personas. Sin embargo, esa reacción no es suficiente para lograr el restablecimiento de la justicia, ni para mejorar la sociedad. La indignación es también un sentimiento que puede distorsionar la realidad. Como en esos momentos de rabieta infantil que solo servían para lograr ventajas no merecidas, privilegios o excepciones no justificados.

A la indignación debe seguirle el compromiso. Y el compromiso exige reflexión, diálogo, paciencia.

La cultura del descarte

Ninguna sociedad que quiera vivir en paz puede ignorar las exigencias de la libertad y la justicia. A la vez, ningún régimen político es perfecto. La crisis económica en España ha puesto de manifiesto el desgaste del régimen político del 78 (lo que suele conocerse como “el bipartidismo” y su reparto de poder económico, social y político) tanto en su dimensión de eficacia económica, como sobre todo de justicia política y social.

Cuando llega la escasez, de pronto recupera importancia la Economía como modo de racionalizar recursos. Pero también se pone de relieve la cuestión de la Justicia: se despierta una desconocida sensibilidad ante la corrupción, que había crecido al calor de la indiferencia, pero que ahora produce escándalo.

Solo ahora nos damos cuenta de que la inevitable competencia económica y social generan una fuerza centrífuga que aparta de nuestra vista a aquellos que no son productivos, que son problemáticos, que nos molestan. Descubrimos que vivimos en una “cultura del descarte” de la que somos responsables, y que nos llama  hacer un esfuerzo de inclusión que no se reduce a dar subvenciones.

Del 15M a la Reconstitución

Más allá de la economía, muchos nos sentimos descartados también de la política, donde se han encastillado algunas minorías en un empeño por conservar su propio poder. Se ha llegado a una crisis de la representación democrática, porque se ha perdido el vínculo de simpatía, de receptividad de los políticos ante el sentimiento de la injusticia.

El movimiento del 15M fue la primera eclosión de este descontento. Las motivaciones  y algunos puntos del diagnóstico de aquella protesta son compartidas por una amplia mayoría en nuestro país. Hay muchos elementos esperanzadores en esta reacción, y la posibilidad de corregir errores y renovar así la confianza en las instituciones. Y sin embargo, el bipartidismo se ha negado a hacer las necesarias reformas, quizá porque hubieran supuesto un auténtico “harakiri político”.

Ante el peligro del inmovilismo y de la alternativa populista, es necesario “reconstituir” la democracia en España. Para ello han de ponerse al día los grandes acuerdos sociales y políticos que hacen posible la continuidad de nuestra convivencia y la vigencia de las instituciones. De modo que se renueve el empeño común por hacer una sociedad más justa y más libre, sin caer en una idealización infantil de la política, siempre limitada e imperfecta.

Principios ante el 24M: política desde la sociedad civil

Los partidos y las instituciones representativas son imprescindibles, pero no pueden ser el único foro de debate político. Son mecanismos de reparto y ejercicio del poder, con sus propias constricciones. Por eso es necesario que hagamos política desde la sociedad civil, sin alineaciones de partido, con un debate más centrado en los argumentos y en los datos que en los slogans.

Pero este debate no puede darse de forma ideológicamente “neutra”. De ahí que en Principios nos centremos en Diez Propuestas que sirven de ejes temáticos para nuestros debates, y que se orientan hacia la #Reconstitución de nuestra democracia y hacia la superación de la cultura del #Descarte. Eso sí, no son un programa político, ni un prontuario ideológico. Están a la espera de tus aportaciones bien fundamentadas y abiertas a la discusión.

Tendrás ocasión de participar en nuestras próximas #CañasPolíticas preelectorales (que en Madrid serán el jueves 16 en el Irish Rover a las 20 h) para debatir sobre lo que está en juego en las autonómicas y municipales del 24M; y postelectorales (que en Madrid serán el 26 de mayo), donde además presentaremos algunas iniciativas para hacer presentes de modo efectivo nuestras propuestas en el debate político oficial.

***

Principios es un modo de pasar de la indignación al compromiso. Te pedimos que conozcas y difundas nuestra web, que inauguramos hoy, 15M de 2015. Y además, te animamos a dar la cara por tus ideas sumándote a Principios.

One Comment

  • Rosablanca dice:

    Enhorabuena a Principios por su compromiso y su visión abierta pero crítica del 15M!